"Leo en Público que una empresa ha creado una herramienta "para el control del lenguaje sexista" (PDF). El corrector, paradójicamente, no corrige el sexismo en el lenguaje, sino al contrario, lo extiende (a base de desdoblar el género común de la clase) y lo disemina (al ignorar la existencia del género neutro, común y epiceno en español). Pero esos detalles carecen de importancia: no cabe duda de que se está abriendo un pingüe negocio en torno a la corrección política: el corrector, orientado a las agencias gubernamentales y a la moda orwelliana ministerial, cuesta la módica cifra de 2000 euros por licencia (con ofertas de 10K euros sin límite de licencias), que a buen seguro se acabará pagando con dinero de todos. No habría nada que objetar si no fuese porque todo esto se basa en un profundo desconocimiento de la gramática (al confundir sexo biológico y género gramatical) y un empeño en inocular prejuicios ideológicos neopuritanos. Se une a otras campañas en favor del control de la lengua (es decir, del pensamiento) que ya hemos comentado, como la del latín, lengua machista. Actualmente el programa sólo funciona en Windows y para el castellano, por lo que, como comenta jocosamente un amigo, un catalán usando Linux podrá (por el momento) seguir siendo tan sexista como le plazca.
Es de suponer que, con el tiempo, salgan plugins específicos para combatir el lenguaje racista, xenófobo, homófobo, islamófobo y un creciente catálogo de fobias políticamente correctas imposible de predecir (salvo el de la fobia a la estupidez, para ese no hay plugin que valga). El corrector (¿o correctora?), se lamentan sus autores, solo es capaz de localizar "palabras", y no de analizar y desambiguar contenidos, lo que les permitiría ir más allá y "cazar" el uso metafórico, la ironía y el doble sentido. Por fortuna, ese tipo de herramientas están lejos de lograrse, pero serán un primer paso para una policía del pensamiento."
¿Es posible que en los tiempos que corren aún exista la censura en nuestro País? ¿Llegará el día en que pensar líbremente será todo un privilégio?
Uff, creo que me estoy poniendo malo...
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