viernes, 2 de noviembre de 2007
España es el mayor productor mundial de cultura libre con Creative Commons
La cultura libre, sean fotos, literatura o música, tiene su más importante feudo en España. Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de las universidades de Singapur y Albany sobre las licencias de difusión libre Creative Commons (CC). De un total de 60 millones de obras que las usan en todo el mundo, España tiene más de un millón.
Las licencias Creative Commons son a las creaciones culturales lo que otras licencias libres, como la Licencia Pública GNU, son al software libre. La licencia, un contrato reconocido legalmente que se adjunta a la obra, es lo que la hace libre, permitiendo su copia, modificación y distribución en las condiciones que decida su autora o autor.
Las licencias libres se basan en el copyright tradicional, pero lo flexibilizan, pasando del todos los derechos reservados al algunos derechos reservados o sin derechos reservados. En su mayoría, permiten la libre copia y difusión de la obra, algo que no admite el copyright, agilizando y ampliando así su circulación por los nuevos medios tecnológicos, como Internet.
Músicos y escritores.
Cada vez más autores, especialmente músicos y escritores de blogs, valoran esta facilidad de difusión que les ofrecen las licencias libres, anteponiéndola al derecho de cobrar por copia que les da el copyright tradicional. Esto ha supuesto un aumento exponencial en todo el mundo de las obras bajo licencias Creative Commons, creadas expresamente para el mundo de la cultura.
El movimiento Creative Commons nació en 2001 en Estados Unidos y llegó a España en 2003, a través de la Universidad de Barcelona (UB), que buscaba un sistema para publicar su material docente de forma abierta. Ignasi Labastida, de la UB, lideró el proyecto, al que se unieron abogados, periodistas y, muy pronto, la comunidad internauta española y latinoamericana, que en aquellos años adolecía de la falta de proyectos CC en sus países.
La implicación de los artistas latinoamericanos es una de las razones que da el informe al gran número de licencias CC generadas en España. También las muchas tareas de promoción, en forma de fiestas y conferencias, o las sentencias judiciales que reconocen la validez de estas licencias y su uso en obras musicales que se encuentran fuera del afán recaudador de las entidades de gestión.
El estudio considera también como factor clave la alta tasa de piratería que "pone a España en el grupo de países donde el libre intercambio de la información puede beneficiarse de una actitud social generalizada de simpatía hacia la compartición y una política pública que no está favoreciendo la persecución de las personas que intercambian contenidos".
Labastida está de acuerdo con estas razones, especialmente con el gran uso de licencias CC españolas en Latinoamérica: "En una reciente reunión con líderes de CC, decíamos medio en broma que las licencias españolas han sido una especie de licencia genérica para los latinoamericanos, como lo ha sido la estadounidense para los sitios donde aún no estaba disponible". Labastida añade otras razones: "Mi insistencia en concienciar para que se pongan metadatos en las obras con licencia, sin los cuales los buscadores no las encuentran. También nuestra importante comunidad de software libre, así como la mala prensa que tienen algunas entidades de gestión, que hace que mucha gente busque alternativas para difundir su creatividad. Y, por supuesto, el mérito no es nuestro, sino de los autores que han optado por este sistema".
El resultado del estudio no ha sido una sorpresa para Labastida: "Me lo esperaba; era una tendencia que se apuntaba desde hace tiempo". Su principal interés, hoy por hoy, es: "Movilizar a las administraciones públicas. Creemos que se genera una cantidad de conocimiento con fondos públicos al que aún se le pone la barrera del Todo reservado y no debería ser así; se debería permitir su reutilización sin barreras".
Fuente: El País
España es el mayor productor mundial de cultura libre con Creative Commons
Publicado por Pau | 2:46 | varios | 0 comentarios »De un total de 60 millones de obras que usan en todo el mundo las licencias de difusión libre CC, España tiene más de un millón - Músicos y escritores latinos, los que más aprovechan este nuevo tipo de derechos de autor.
La cultura libre, sean fotos, literatura o música, tiene su más importante feudo en España. Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de las universidades de Singapur y Albany sobre las licencias de difusión libre Creative Commons (CC). De un total de 60 millones de obras que las usan en todo el mundo, España tiene más de un millón.
Las licencias Creative Commons son a las creaciones culturales lo que otras licencias libres, como la Licencia Pública GNU, son al software libre. La licencia, un contrato reconocido legalmente que se adjunta a la obra, es lo que la hace libre, permitiendo su copia, modificación y distribución en las condiciones que decida su autora o autor.
Las licencias libres se basan en el copyright tradicional, pero lo flexibilizan, pasando del todos los derechos reservados al algunos derechos reservados o sin derechos reservados. En su mayoría, permiten la libre copia y difusión de la obra, algo que no admite el copyright, agilizando y ampliando así su circulación por los nuevos medios tecnológicos, como Internet.
Músicos y escritores.
Cada vez más autores, especialmente músicos y escritores de blogs, valoran esta facilidad de difusión que les ofrecen las licencias libres, anteponiéndola al derecho de cobrar por copia que les da el copyright tradicional. Esto ha supuesto un aumento exponencial en todo el mundo de las obras bajo licencias Creative Commons, creadas expresamente para el mundo de la cultura.
El movimiento Creative Commons nació en 2001 en Estados Unidos y llegó a España en 2003, a través de la Universidad de Barcelona (UB), que buscaba un sistema para publicar su material docente de forma abierta. Ignasi Labastida, de la UB, lideró el proyecto, al que se unieron abogados, periodistas y, muy pronto, la comunidad internauta española y latinoamericana, que en aquellos años adolecía de la falta de proyectos CC en sus países.
La implicación de los artistas latinoamericanos es una de las razones que da el informe al gran número de licencias CC generadas en España. También las muchas tareas de promoción, en forma de fiestas y conferencias, o las sentencias judiciales que reconocen la validez de estas licencias y su uso en obras musicales que se encuentran fuera del afán recaudador de las entidades de gestión.
El estudio considera también como factor clave la alta tasa de piratería que "pone a España en el grupo de países donde el libre intercambio de la información puede beneficiarse de una actitud social generalizada de simpatía hacia la compartición y una política pública que no está favoreciendo la persecución de las personas que intercambian contenidos".
Labastida está de acuerdo con estas razones, especialmente con el gran uso de licencias CC españolas en Latinoamérica: "En una reciente reunión con líderes de CC, decíamos medio en broma que las licencias españolas han sido una especie de licencia genérica para los latinoamericanos, como lo ha sido la estadounidense para los sitios donde aún no estaba disponible". Labastida añade otras razones: "Mi insistencia en concienciar para que se pongan metadatos en las obras con licencia, sin los cuales los buscadores no las encuentran. También nuestra importante comunidad de software libre, así como la mala prensa que tienen algunas entidades de gestión, que hace que mucha gente busque alternativas para difundir su creatividad. Y, por supuesto, el mérito no es nuestro, sino de los autores que han optado por este sistema".
El resultado del estudio no ha sido una sorpresa para Labastida: "Me lo esperaba; era una tendencia que se apuntaba desde hace tiempo". Su principal interés, hoy por hoy, es: "Movilizar a las administraciones públicas. Creemos que se genera una cantidad de conocimiento con fondos públicos al que aún se le pone la barrera del Todo reservado y no debería ser así; se debería permitir su reutilización sin barreras".
Fuente: El País
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