Mucho estaban tardando en adornar el iPhone con oro y diamantes. Una moda que ha afectado a muchos cacharros ya: iPods (por partida doble), teléfonos como el Nokia N95, altavoces e incluso portátiles de diseño como el MacBook Pro. Los responsables de estos trabajitos artesanales con el teléfono táctil de Apple son dos tiendas británicas que ya nos tienen acostumbrados a este tipo de cosas: Goldstriker y Amosu.
La primera ofrece un iPhone de 8 gigas chapado en oro de 24 quilates. Por nada menos que 800 libras esterlinas (unos 1.113 euros). El modelo de Amosu es mucho más caro: 20.000 libras (unos 27,950 euros). ¿A qué viene tanta diferencia? Pues que además de oro (blanco o amarillo de 18 quilates), lleva 450 diamantes incrustados y podemos personalizarlo con zafiros negros, blancos o rosas.
Con esos precios, más vale que al menos los teléfonos vengan liberados. Dicho esto, esperamos con ansiedad un iPhone decorado con cristales Swarovski.
Fuente: Tuexperto.com
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